25 Mar
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Integrarse a un nuevo equipo de cualquier naturaleza pone a prueba nuestras competencias interpersonales y capacidad de adaptación. Para muchos, enfrentar un ambiente nuevo, sistemas y procesos diferentes, caras desconocidas, además de tareas y conceptos probablemente diferentes a lo que estábamos acostumbrados puede ser causa de estrés y de episodios de frustración. Si a esto sumamos las dinámicas existentes en el equipo que pueden no necesariamente colaborar a la integración, sino incluso generar sensación de rechazo, puede generarse una situación nada agradable que dificulte el éxito en el nuevo reto laboral.

Antes que nada es importante entender que estamos ante procesos de interacción humana, que son naturales y particulares para cada organización y persona. Muchas empresas actualmente han identificado y establecido estrategias para facilitar el proceso de inclusión de nuevos colaboradores, entendiendo que la permanencia y la rápida integración otorga claros beneficios tanto económicos como en la consecución de resultados. Sin embargo, ser responsables y participar activamente en nuestro propio proceso de adaptación asegurará que cumplamos nuestros objetivos. En Minds On! tenemos algunos consejos para ayudarte en esta etapa.

1. A donde fueres haz lo que vieres. Cada equipo desarrolla sus propios rituales y procesos que le dan identidad y permiten a sus miembros interactuar en forma segura y predecible. Aún cuando llegues con ideas frescas y la energía suficiente para cambiar el mundo, ten paciencia. Observa cuidadosamente lo que sucede a tu alrededor y toma notas si es necesario. Mas adelante, cuando tu voz tenga mayor resonancia en el equipo, será momento de hacer sugerencias, pero mientras tanto tu objetivo debe ser aprender, formar parte y adaptarte al ecosistema al que has llegado.

2. Conoce el trabajo de los demás. Revisa quién esta hacia todos los lados del organigrama a partir de tu posición y entiende sus funciones. Jefes, compañeros, subordinados, todas las tareas son importantes. Aún mas, si tu posición es de coordinación, dedica suficiente tiempo a entender que hace cada uno de los miembros de tu equipo y escúchalos con atención. Ellos también tendrán curiosidad de saber qué esperas de ellos, así que te servirá conocer sus contribuciones, fortalezas y posibles oportunidades de mejora.

3. Sé humilde. La humildad mantiene abierta la puerta hacia los demás y te permite acceder a su confianza y respeto. Es importante que reconozcas tus fortalezas, cualidades y capacidades, sin embargo, habrá momentos para demostrarlas a través de tus acciones en el momento preciso. Mantener una actitud de aprendizaje te permitirá descubrir cosas nuevas y activar tu creatividad.

4. Conoce a las personas. Interésate por ellas, más allá de solo saber su nombre y posición, establece gradualmente vínculos personales desde el primer día. Desde preguntar a donde van a comer, si realizan alguna actividad en equipo fuera de horario de trabajo, por donde viven, etc. Establecer este tipo de vínculos ayuda a derribar barreras, facilitar colaboración y te dará opciones para encontrar afinidades con los demás.

5. Mantén actitud de liderazgo y contribución.Siempre que se presente la oportunidad, participa y busca colaborar con el equipo. Es importante que establezcas claramente tu estilo desde el principio y mandes mensajes claros de cuáles son tus fortalezas y como puedes marcar diferencia con tu aportación. Recuerda que la primera impresión jamás se olvida, así que define bien cómo quieres que esta sea.

Finalmente, una de las herramientas más importantes que sugerimos aplicar es la Retroalimentación. No esperes a que pase el tiempo para enterarte o mencionar que algo no está bien. Busca y da retroalimentación continua con tu jefe, tus compañeros y subordinados. Por ejemplo, puedes programar con tus superiores una presentación de avances de tu plan de Inducción cada cierto tiempo durante los primeros meses, donde muestres las tareas y entrenamientos completados así como las ideas de mejora y proyectos que propones integrar a tu plan de trabajo. Con tus compañeros, puedes preguntar informalmente durante la comida o bien en sesiones uno a uno con aquellos quienes te están transfiriendo algún conocimiento. Y para el equipo a tu cargo, lo puedes incluir como parte normal en tus sesiones de revisión periódica o con cada uno dependiendo de tu propia necesidad.

El conocimiento de herramientas y técnicas te harán mas eficiente y capaz para resolver problemas, pero el éxito y el crecimiento en las organizaciones siempre estará soportado por tus competencias personales e interacción con la gente. Recuerda que en Minds On! te ofrecemos alternativas para su desarrollo, ya sea a través de nuestros contenidos, talleres o coaching especializado. Si actualmente te integras a un nuevo equipo o bien, estás trabajando en integrar a alguien a tu proyecto, deseamos que tengas éxito y que tu contribución marque un diferenciador claro que te ayude a llegar muy lejos.

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